Nazco en Suiza, en mayo de 1976, de padres emigrantes. Toda mi formación escolar así como la básica profesional la adquiero en ese país, donde resido hasta cumplir los 22 años. Ese año me mudo a Dénia (Alicante) y comienzo mi periplo por este maravilloso País que a partir de ese momento puedo llamar patria: España.
Tras pegarme una impresionante accidente de coche en 1998 – accidente del que milagrosamente salgo ileso – empiezo a replantearme mi vida muy seriamente. Al poco tiempo de aquella vivencia empiezo a interesarme y formarme en PNL. En aquella época la expresión ‘Mindfulness’ no se conocía ni se le esperaba, y tampoco los autoproclamados gurús que actúan como si fuesen monjes tibetanos, te saludan con ‘Námaste’ y te dicen que todo es opresión.
Son años muy productivos, ricos en contenido y muchas aventuras. Por primera vez soy consciente que mi meta es ayudar a otras personas, sin saber exactamente cómo. Pero aún lucho contra dos fuertes enemigos: el miedo al ‘qué dirán’ y el miedo a fracasar.
Desde aquel entonces todo lo que he aprendido en mi vida tiene una única finalidad: conocer a las personas. Esto me agraciado con poder tener una especial facilidad para entenderlas, ver más allá de sus palabras y ayudarles… si es que quieren mi ayuda.
¿Y sabes qué? Que todo esto siempre lo hago de manera ‘extraoficial’ y desinteresada, pues durante ese tiempo sigo trabajando en otros sectores, aunque siempre relacionados con la atención al cliente. Mi facilidad por entender y empatizar, en combinación con la experiencia conseguida en el mundo de la atención al cliente, causan en mí una reacción química que aviva, más aún si cabe, ese fuego interior del deseo por ayudar.
Desde los 21 años he creado iniciativas y proyectos en los que he participado por amor al arte, por hacer llegar información y conocimiento al resto de gentes, para que puedan disfrutar de cada una de esas cosas de la misma manera que lo hago yo. Muchas las he vuelto a cerrar cuando consiguieron su objetivo. Todas ellas me han ayudado a ser lo que hoy soy.
Tras más de 20 años adquiriendo experiencia en el mundo de la atención al cliente y en el sector del turismo, llegó el momento de hacer lo que siempre quise: ofrecer mis servicios a todos los que quieren mejorar en cualquier faceta de su vida, sea por gusto o por necesidad. Ya sea un particular o una empresa que quiere motivar a sus equipos de trabajo.
En 2017, tras un despido doloroso aunque esperado, me encuentro sin trabajo y sin tener muy claro qué hacer, porque las ofertas de empleo son verdaderas mierdas mal remuneradas y lejos de casa. No tardo en darme cuenta: al primero que tengo que ayudar es a mí mismo. Percibo que estoy viviendo una vida rutinaria, sin disfrutar realmente de mi entorno.